miércoles, 10 de agosto de 2011

Un día en la Ciudad que capturó el sol...


Lo que en un principio pensé que sería sólo unas vacaciones, se convirtieron en una especie de laberinto sin salida...

Despierto con el despertador de mi celular. Son las 7 de la mañana y Date with the Night suena fuerte en mis odios. Lo dejo en modo Snooze... pero después de un rato decido levantarme. Necesito ir a casa para tomarme una ducha y después empezar mi día: Italiano a las 9, español a las 12 y portugués a las 4 de la tarde. Me visto, dejo la casa y me voy en el carro. Tengo gasolina, un día anterior le había puesto 150 pesos, no mucho pero suficiente para el día. A mitad de mi camino y mientras hago un alto, escucho como una de las llantas delanteras hace un ruido. Merde! de seguro se ponchó. Me estaciono y me voy a una cabina a hablar por teléfono a casa, ya que como es mi costumbre no tengo crédito en el celular. Llamó y la motivante voz de mi madre suena así:

-Tu papá ya se fue, a ver como le haces, hablale a alguien más... tut..tut--tut..

Mi cólera aumenta, pero aún así tomo el primer taxi que me lleva a casa. Después de un rato llega el mecánico y me explica la idiotez que hicieron con el carro. Olvidaron ponerle una tuerca o que sé yo que hizo que hiciese eso. Bien, me queda claro que debo irme en taxi a las clases de español y de las clases de italiano, bueno, hoy pasaré de ellas.

Me tomo una ducha y me cambio. 10 minutos después llega el taxi. Mientras reviso lo que haré con mis alumnos entablo una conversación con el taxista: me explica como es que nunca fue a la escuela y que nunca aprendió a leer y a escribir. Intentaba persuadirme que el verbo Tragar era el más adecuado para la acción de comer, le explique que esto no era así, pero él dudaba. Le expliqué que mi trabajo era dar clases de español a franceses. Se sorprendió de saber que hablaba francés y me preguntó como se decía comer en francés:

-Manger.

Después de varios intentos logró pronunciarlo. Su siguiente verbo a traducir fue Dormir...quizás las dos cosas que más aman los mexicanos, o al menos en esta idea estereotipada de ellos.

Llego a mis clases y todo sale bien. Había olvidado lo mucho que les gusta hablar a los franceses, su ligera frialdad y su humor estridente. Antes de salir de clase leo un mensaje de Inma en Facebook. Entre las muchas cosas que me decía, retuve una frase: ...no me digas que no haces cosas interesantes allá...

Tuve hambre así que me fui a comer a las flautas del centro que más me gustan. Fui al lugar que siempre voy desde que soy niño, en el que tantas veces vi a mis padres comer pata de cerdo. Nunca me gustó comerme eso. Creo que han cambiado de cocinero o el anterior murió. La salsa de tomate no era tan buena, pero aún así me comí una docena.

Una vez bien llenito tomé otro taxi hacia la universidad. Una vez en la Universidad central, tuve que caminar hasta la facultad de idiomas, algo así como un kilómetro. Suficiente para bañarme en sudor y sentir que casi muero de deshidratación. Me encierro en la biblioteca y espero para que inicie mi clase. 5 minutos antes de que inicié mi clase de portugués, pregunto en la dirección dónde está mi salón. la secretaria que me cae gorda me dice que no habrá clase, pero otra, de cara y maneras más amables me dice que deberé presentarme hasta el jueves ya que no saben si mi grupo se abrirá.

Algo me estaba dando ya... ahí estaba... el coraje... la cólera... y el maldito clima.

-Bordel!!!

Otro taxi más y estoy en mi casa, con la no agradable sorpresa de que no tengo llave, las dejé en casa de mis padres.... paciencia... paciencia... y mucha tranquilidad.
Decido ir a casa de un amigo y resguardarme del calor. Él me recibe pero está tirado en el sillón, le acaban de poner unas inyecciones para su problema de columna.

Más tarde llega una amiga y cenamos juntos: delicioso pan de perejil y ajo, queso azul y rica ensalada. Mi pasta fue elogiada aunque como es costumbre, mi amigo la echa a perder con puñados de sal y chile del amor.

Una buena noticia, mi carro ya sirve. Me despido de mi amigo y me voy feliz de la vida.

Un día que en un principio fue horrible, logró ser interesante.

Quizás si tenga días interesantes y cosas pasan después de todo. Digamos que, aún no he visto suficientes atardeceres para levantar mi CiudadEstima.

Sin embargo, sigo pensando... Where´s is my mind?