sábado, 11 de mayo de 2013

El Tren




Hoy, mientras regresaba del mercado, tuve que esperar unos minutos a que el tren pasara para poder llegar a casa. Al menos 15 hombres, todos o casi todo con mochila en la espalda y aspecto sucio y cansado miraban el tren pasar con atención; uno de ellos se acerco a las vías, no supe la intensión de su gesto, pero supuse que quería subir al tren. La tarea era difícil, el tren se desplazaba con cierta velocidad, y después de ver varios vagones pasar, permaneció estoico, ahí, observando el tren. 

-Hacia donde va ese tren?- me dijo un hombre a mi costado. Le respondí que iba al sur o al este. Él me respondió que lo tomaría, aún no, pero que uno de estos días lo haría. Creí entender la razón por la cual se subiría al tren y le dije -si quiere ir al norte, tendrá que tomarlo en la otra dirección, para allá- le dije, señalando en la otra dirección -no- me dijo, quiero ir para allá.

Seguimos contemplando el tren y de pronto me dice: -Sabe, todos estamos conectados, todos los seres humanos estamos conectados, qué curioso no?- le sonreí y asentí.

El tren pasó y me despedí del señor.

No sabría decir si aquel hombre cerca de las vías tomaría esta misma tarde un tren rumbo al sur, si el hombre a mi costado haría la misma acción en los días o semanas a venir. Pero sé, como bien lo dijo aquel hombre, que todos los seres humanos estamos conectados. Qué curioso no?

sábado, 4 de mayo de 2013

La Disección del Síntoma



Eran las 9 de la noche, tenía planes para salir. Pese a que la salsa nunca ha sido mi tipo de música preferida, he de confesar que me divierte bailarla… de vez en cuando.
No estaba muy motivado, un sentimiento extraño, muy difícil de descifrar, me impedía llevar el ritmo de mi andar a la velocidad y maneras que siempre ejecuto. Aún así, decidí tomar una ducha. Tuve que esperar un poco antes de que el agua se calentara, y en ese intermedio, descargué una canción. Últimamente Chromatics ponen el ambiente en mi cabecita.

Lady, es una buena canción, aunque la verdad me gustan más cuando la tocaron en el desfile de Chanel primavera-verano Pret-a-porter de esta año, esas canciones se mezclaban muy bien con el ambiente. Tan fresa, tan frío, tan burgués, tan plástico y tan surrealista.

Entré a la ducha y fue como entrar al confesionario. ¿Qué me está pasando?, ¿porqué me siento triste, es tristeza? – el agua estaba muy caliente, la templé- ¿será que es un mal presentimiento? – no hay gel de ducha, le robaré de nuevo a mi roomie- me pregunto si seré bipolar, o ciclotímico; que mis amigos psicoanalistas no sepan de este pensamiento, no es para nada Lacaniano.

Salgo de la ducha y pienso que no hay porque sentirse mal. Vivo en una ciudad genial, tengo buenos amigos, mi trabajo me gusta y quizás el próximo semestre daré clases más interesantes. Eso me anima. Me seco el pelo y entro en mi habitación. Cambio de planes, no saldré esta noche, según me lo dicen los mensajes en Whatsapp. Bah, de todos modos no quería salir. Tenía más ganas de ver una peli y seguir jugando Zelda. Pensamiento positivo… irrumpido por un dolor en el corazón. ¿Otro ataque de pánico?, ¡¿ahora qué?!
Estoy harto de no leer bien los mensajes que mi cuerpo y psique intentan comunicarme. Quizás si tuviese a alguien que me hiciera las buenas preguntas, sin tomar en cuenta que tan duro pueda ser el cuestionamiento.

Necesito responder preguntas, más preguntas, las preguntas incómodas, las que diseccionen mejor mi síntoma.