sábado, 29 de septiembre de 2012

Adeus



Esta vez, mientras escribo, mi corazón está roto roto. No he dormido bien desde hace un par de días, y hoy ni siquiera terminé de comer mi plato de comida vietnamita que tanto me gusta. Estoy inesperadamente triste, y lo digo así porque nunca pensé que estaría así después del reencuentro que tuve hace dos días.

Resulta que uno de mis amigos más cercanos y queridos vino de paso por aquí. Después de un año sin vernos y a pocos días de mi regreso a México, era el regalo perfecto que la vida podría darme en este preciso momento. No fue un regalo, ni fue un momento alegre, sino triste, muy triste, frustrante y decepcionante.

Llegué a medio día a Nantes después de una hora y media de viaje en tren y autobus. Cuando llegué M aún no estaba despierto así que me di un paseo por allí y fui a visitar a otro amigo mexicano que vive en la ciudad. Aproximadamente a la una de la tarde M, sus amigos y yo nos reencontrábamos a un lado de la Fnac después de un año sin vernos. Fue muy lindo, nos dimos un gran abrazo y nos fuimos a buscar algo de comer. Debí haberme imaginado desde el momento de ese abrazo que mi día no sería bueno, y vaya que no lo fue.

Podría describir cada una de las cosas que hicimos juntos ese día, pero eso sólo los aburriría. Por eso, me enfocaré puntualmente en qué fue lo que pasó ese día.

Básicamente me sentí fuera de lugar, sentí realmente que no tenía que estar allí. En varias ocasiones me sentí ofendido (incluso humillado) por alguien a quien consideraba hasta ese momento mi amigo. Fue como una agonía lenta y físicamente dolorosa, porque además de este malestar emocional, tenía un dolor horrible a nivel del cuello. Tenía unas ganas horribles de salir corriendo y tomar mi tren regreso a casa. Me pregunto si mi cuerpo somatizó este gran malestar emocional, porque al filo de unas cuantas horas estaba en un grito de dolor.

Mi cara y mi cuerpo en esas varias horas de decepción pueden ser descritas de esta manera:

-Yo con una cara inexpresiva, mi cuerpo encorvado como si fuese un árbol viejo y una maleta de tristeza y decepción arrastrando de mi pie izquierdo.

Por la noche regresé a casa, destrozado y cansado, tratando de entender la razón a todo esto. Después empecé a hacer asociaciones y a caer en cuenta en muchas cosas sobre M y mucha más gente. Jamás he pensado que soy una blanca paloma, mas nunca me he sentido o considerado como alguien malo que merece ser mal tratado e ignorado. Me di cuenta que no es la primera vez que esto me pasa y me propuse a hacer más atención a este tipo de cosas.

Ese abrazo raro que recibí ese día después del medio día en esa plaza, fue el reflejo de todo lo que pasaría esa tarde y de todo lo ya había pasado mucho antes. Un abrazo ligeramente fuerte y breve, como si molestara recibirlo.

Por la noche, antes de dormir, leí un poco. Y traté de pensar positivamente para así mandarle mucha luz y un gran perdón. Dios sabe lo mucho que me duele esto y de mi gran deseo actual de no verle jamás en toda mi vida, cosa que será relativamente fácil ya que ambos nos encontraremos en diferentes países lejos el uno del otro.

Sólo me queda sanarme y preparar bien mi corazón, mis ojos y todos mis sentidos. 

Dedico este post a los amigos muertos en vida y a todos aquellos que gracias a su amor sincero y gratuito me hacen llegar más lejos, vencer obstáculos y alcanzar cumbres.

DUC IN ALTUM, y Námaste.

jueves, 30 de agosto de 2012

Piccolo come un Espresso ma Grande come una Pizza Napoletana


Muchas cosas se han dicho sobre Italia, miles de clichés presentes en el "inconsciente colectivo" mundial son prueba de ello. Muchas son ciertas otras no, y otras son sorpresivamente ciertas, tanto así que sobrepasan al cliché. Pero bueno, Italia, es Italia como México es Italia!, o al menos eso es lo que pienso.

Era mi tercera vez en este país. Está de sobra decir que Italia es uno de mis países favoritos, y esto se debe a diversas razones: 

Me fascina su comida, su manera de ser tan latina, más latina que la de los españoles, su arte impregnado en todas partes, su antigüedad, su historia. Muchos eventos importantes históricos sucedieron aquí. Los Medicis, el renacimiento, la pizza (lo siento, la amo, y más ahora después de haber visitado Napoli) esa Roma y su extinto imperio, la influencia que tuvo en toda Europa, la cuna de las lenguas romances. Gracias a los italianos, existe el francés, el español, el portugués, el catalán y otras lenguas minoritarias como los dialectos italianos. La iglesia católica tiene su cede en este país también, pero ahora quisiera hablar de otras cosas.

Vine a Italia una vez más en búsqueda de paz y ganas de vida pero sobre todo con el deseo de saciar mi apetito feroz por  la comida Italiana. He de confesar que el libro de "Eat, Pray, Love" tiene mucho que ver con esto, pero también una personita muy especial que amablemente me recibió durante varios días en su casa.

El primer día en Roma fue recordar la primera vez que vine. Fue vivir de nuevo mis 22 años. El calor me cansaba pero también me cargaba, justo como si estuviera en Mexicali bajo un sol de 47 C. Caminar por Roma es caminar por el tiempo, viajar por la vida y brincar de un olor a otro. ¿Les he dicho que no tengo olfato? bueno, los que lo sabían se sorprenderán al saber que mientras estuve en Italia, mi olfato regreso y dejó de estar en huelga para permitirme sentir el olor de la Albahaca, de la Mozzarella di Buffala, de la pasta caliente y al dente, así como las diversas salsas de tomate frito. Fue un placer y un orgasmo nasal.

En más de una ocasión me dieron ganas de llorar, estaba tan feliz, era como regresar a casa. Y en verdad lo fue.

Una vez en Napoli, una familia me recibiría con sus brazos abiertos. Gracias a Melania pude experimentar lo que es la vida familiar Italiana, la cual para mi sorpresa era como en México. Yo podía ver el amor entre ellos, sonreían y aplacaban sus tristezas con un Caffè espresso. La dinámica que pasa entre ellos era continua, fuerte y hermosa. Me gustaría tener una familia tan extensa como la de Melania.

Pese al hecho de que no hablo también como quisiese el Italiano, en ningún momento de mi estancia me sentí fuera del intercambio comunicacional. Los amigos de Melania, todos napolitanos, me hablaban con ese acento y a veces dialecto Napoletano y teníamos conversaciones interesantísimas sobre la vida en Messico y en Francia. Salimos de fiesta y nos reíamos, sobre todo yo, de la pobre Pasqualina (pronunciese Pachcualina, ese es el acento Napoletano) que cada 5 minutos le gritaba:

-Andiamo dansare Pascualina, dai, dai, cosi, cosi!

La pobre. Pero confieso que ella se divertío mucho, y qué decir de los demás. Conocería después a un especimen de Italiano, Napoletano también, increíblemente divertido y aterrador. Era, EL CLICHÉ ITALIANO por excelencia. Divertido, a mi punto de vista ojo alegre, amante de la fiesta, la buena comida y los viajes. Mientras comíamos me mostraba sus miles de fotos de su Iphone donde se le veía tomando la playa en bañador, viajando en crucero por el caribe, con su novia que era 8 años más joven que él e increíblemente guapisima y a la cual próximamente desposaría. Su vestimenta era el típico atuendo Italiano: de clores blancos o beige, un saco ligero y un pantalón de lana y los imprescindibles mocasines cafés.

Después de dos horas de hacer halago de sus bienes materiales y no materiales, llegó la hora de decirle adiós, sólo que tuvimos que esperar más de lo previsto para irnos, ya que había dejado su coche lujísimo estacionado en doble fila y una grúa se lo había llevado al corralón. Si esto no es algo típico, no sé qué pueda ser entonces!

Me sorprendía mucho las pequeñas costumbres y malos hábitos de los Italianos,me recordaban muchísimo a México: la imprudencia de cruzarse de andén atravesando las vías del tren, el viene-viene que se pone a la salida del antro para "cuidar" tu carro y su respectiva cooperación por hacerlo. El puesto de dogos a la salida del antro. El taco que se daban LOS italianos, al entrar al antro y la música que escuchaban. El caos, el desorden, el murmullo de las miles de voces que se hablan a gritos en el metro, los trenes, la calle y los callejones. Pero a pesar de esto, y sobre todas las cosas que no son tan positivas, había algo que me hacía sentirme enormemente feliz de estar allí: Las ganas de vivir.

En Italia recordé lo que era sonreír gratuitamente, la importancia de decir Buenos días cuando lo deseas de verdad, el placer de comer, la felicidad de ser italiano (mexicano en mi caso) a pesar del montón de malas cosas que puedan suceder en ese momento, reir y carcajearme por una tontería, mover las manos sin que la gente piense que te está dando una convulsión, recordé lo hermoso que es la generosidad y la solidaridad, y de lo lindo que es decir Ciao! a alguien que te cae bien. Dios mío, esas manos, esos gestos italianos, ese acento, lo melodioso de su  idioma; me pregunto si ellos se dan cuenta de lo increíblemente hermoso que es el Italiano.

Esta estancia en Italia fue como tomarme un buen espresso. Breve, pero muy cargado de emociones, con la suficiente fuerza para darme ánimos de seguir adelante y ver las cosas buenas de la vida. Piccola ma grande o lo que es lo mismo: Chiquito pero picoso.



jueves, 2 de agosto de 2012

Re-Inicio (Summertime Sadness)





(La canción de arribita va con el post :) )


Hace un par de días estaba regresando de un lindo viaje por Italia (del cual hablaré en próximas publicaciones). Antes de irme recibí una llamada, era una agencia de empleos a la cual envié mi CV. No me lo podía creer, me proponían un trabajo de 21 horas en región parisina. De momento me emocioné mucho, pero después comencé a estresar. Como es costumbre en mí, nunca puedo estar tranquilo sin tener una preocupación, sin duda es esa pulsión de muerte la cual es muy presente en mí.


Hace un par de días hice algo de lo cual no creo arrepentirme: cambiar mi regreso a México.


Sinceramente no hay nada que me haga regresar excepto por algunas personas que amo, como mis papás o algunos amigos... bueno, también los tacos de carne asada y los churros locos.


Y sin embargo, ayer, 1 de agosto, el día de mi regreso estuve triste, no me di cuenta por que. Realmente no estaba consciente de eso, pero después de todo me di cuenta que si que quiero regresar y estar en Mexicali con esa gente que es genial. A veces las cosas no pueden ser exactamente como uno las ve entre pensamientos y sueños. 


Y estúpidamente extraño el calor, el olor a gasolina en las calles, la gente quejándose del calor, las malas combinaciones de ropa como llevar Jeans con sandalias o Shorts a cuadros y camisetas Hollister del mall. Extraño la estúpida idea de que si no bebes Tecate fría no eres de Mexicali, cosas del tipo, que son tontas pero que hacen de la gente de Mexicali la gente de Mexicali.


Ayer, para matar la melancolía me hice unos deliciosos tacos de carne asada con su respectivo guacamole y un poco de salsa casera. Pensé que con un poco de México, o más bien Mexicali me sentiría mejor. Pero no, sigo triste y desmotivado. Igual y tiene que ver con el hecho de que desde que regrese no hago nada de interesante. Mal, eso debe cambiar para que mis horizontes mejoren. Cuestión de ver qué cosas nuevas se me ocurrirán... 


La noticia de que me quedaba aún tuvo muchas buenas reacciones, sobre todo una, que me sigue taladrando la cabeza, que me hace muy feliz, pero que me pone en encrucijada. Nada que el tiempo no pueda resolver. Pero en el Inter pienso mucho, y eso eso lo que paulatinamente debo dejar de hacer para ser más feliz y menos delirante o melancólico.


A ver...



jueves, 7 de junio de 2012

Menos de 2 meses... (Ensayo 2 o la otra soledad)



De verdad, por más que lo intento, parece ser que algo no sale bien. Justo en este momento, cuando pensaba que las cosas mejorarían en cierta manera, pues simple y sencillamente no sucede esto.


Mi viaje a España fue agridulce. 


Fue un espejo roto, lleno de verdades y de un real muy real, casi persecutor. Esa frase de que nadie puede escapar a su destino es bien cierta, pero quisiera mejor dale un toque más personal: Yo, no puedo escapar a la cruda realidad ni a mí mismo.


Y yo creo que es eso lo que no me tiene satisfecho. Paso por el mundo pensando en nubes rosas de formas ridículas, allá muy arriba, dónde la razón no habita y la indiferencia y el egoísmo impera. Sigo cargando con esas maletas neuróticas que no me dejan avanzar, a veces, esas maletas se mueven, tienen un nombre y hablan o gritan en el peor de los casos. tanto tiempo solo empieza a calar. Pero esta vez es diferente, y aún así quiero mi soledad.


Qué cosa más irónica, yo que moría por estar rodeado de amor y ahora que lo estoy no lo deseo. No cabe duda que soy un histérico y que quizás no estoy listo o no estaré listo para esto.


En breve estaré en México, con mis papás. Esa es mi única felicidad. A parte de eso, hay muy pocas cosas que me alegran. Eso creo. tengo que inventarme algo, ya estaré lejitos para hacerlo. Por el momento tengo un lápiz y una hoja. Haré una lista de "In" y "Out" dejando sólo lo mejor, pero sin dejar de contemplar lo no tan mejor.


¿Que si quiero algo? no lo sé. No lo sé. ¿Es mucho pedir escuchar buena música en iPod, ver buenas obras de arte y pelis con sentido? Quisiera esta vez irme en un viaje artístico. Siempre je creído que sólo el arte vibra a la misma sintonía que yo.


El día que decidí venir a esta ciudadme fui a casa a recoger cosas útiles para el viaje. Y mientras iba en el carro escuchaba "Santa Fe" de "Beirut". Ese fue un mensaje claro para mí. tenía que irme a Francia de nuevo, esta vez no a "Nantes", pero a otra aventura. No fue tan mala, pero creo, que lo que viene puede ser mejor, o más bien, esta etapa es sólo preparatoria para algo más exquisito, con más rón y menos "Prises de tête".


Es un doble adiós quizás. 


El acto de "El Gran Isrra" está por suceder. Para muchos, ya no seré el mismo, para otros dejaré de existir eternamente en sus vidas.


El Final/Principio se acerca...






miércoles, 2 de mayo de 2012

3 Meses y contando… (Ensayo Uno)





Aún recuerdo el día que decidí venirme aquí. Me desperté muy por la mañana. Con el corazón que me latía a mil por hora. No sabía qué hacer. Pensé:
-¿Realmente valdrá la pena dar una vuelta al mundo para ver si me aceptan en una maestría?
Las posibilidades eran 50 y 50. En teoría tenía que irme, pero sin dinero, bueno, eso era imposible.
Finalmente hice todo el plan e hice lo inevitable, comprar un boleto de avión con dirección a  París un día antes de salir, como ya es mi costumbre. Todo pasó bien rápido. Me despedí de algunos amigos, rehíce mi maleta, busqué mi pasaporte y busqué desesperadamente el valor necesario para dejarlo todo y sumergirme en algo totalmente ambiguo.
Siempre he creído que tengo el ángel de la guardia más chilo de todos los ángeles en el cielo, incluso pienso que puedo ser uno de los favoritos de Dios, porque las cosas que me pasan son realmente de película, al puro estilo hollywoodense, o más bien Chicaliwoodense.
Una vez montado en el avión, comencé a pensar en el montón de cosas que debía de hacer llegando a mi destino: hablarle a Marie, para decirle que estaba de vuelta, comunicarme con los amigos, Maxime, Méderic y otros. Comprar el tren a Rennes y buscarme un hostal barato.
Podría seguir con los detalles de mi llegada, pero quisiera mejor continuar con otro momento importante, y ese , es este momento.
Justo a tres meses de mi regreso a México, muchas dudas y miedos regresan a mí como aquella mañana en la que decidí venirme a esta ciudad. La realidad en México es de terror. No quiero estar allí, quiero estar en Mexicali con mi gente, pero no en México, no en el México político, Priista, retrogrado, rompe sueños que es ahora mi País. Y no es que Francia sea el paraíso, pero evidentemente me siento mejor aquí, aunque me falten muchas cosas. Pretendo disfrutar del tiempo que me queda tal como un niño disfruta del último día de vacaciones. Pero, ¿qué dejo atrás? Eso , no sabría decirlo, dejo sueños y esperanzas rotas, dejo mis periodos depresivos y un cálculo renal. Dejo mi vida de estudiante, de nuevo, y dejo una gran alegría también. Dejo atrás a Europa, quizás, por un largo tiempo, quizás para siempre.
Dejo mis últimos años de irresponsabilidad, y dejo también lo que fue una parte de mí, que quizás nunca será otra vez. No dejo la felicidad, pero no la buscaré efusivamente. Quiero disfrutar de mis padres el tiempo que Dios les dé de vida en esta tierra. Una vez más quiero comer la rica comida mexicana, y escuchar ese acento norteño, duro, honesto, trasgresor al oído chilango y el más cálido sentido de ser humano que haya conocido.
Una etapa de mi vida termina, y no sé, ni tengo la menor idea de lo que será de esta nueva. Una vez alguien me dijo:
-Deberías ir pensando qué quieres de tu vida, ya está bueno de perder tu tiempo.
Cuando esta persona me lo dijo me molesté, mas lo más sorprendente es que quien lo había dicho en primer lugar fui yo. Ella sólo retomo mis palabras.
A esta edad aún no tengo un Mini, ni una Mac. Tampoco tengo casa propia ni alguien que pueda llevar mi apellido. No tengo una panza de dos metros, ni un vocabulario soez. No tengo tarjeta de crédito ni un carro mata venados. No soy un mexicano promedio, y tampoco soy un erudito, aún me falta mucho que leer, y ni siquiera he empezado aún.
Pronto, dejaré de ser “joven” y el amigo de mucha gente. Habrá quien olvide mi nombre y otros que nunca habrán sabido quien fui.
Para ser honesto, tengo miedo al futuro. No espero ansiosamente el final de los tres meses, y no tengo ganas de encontrarme con nadie. No tengo apetito y ni tengo sueño.
No quiero ver a los Cachanillas hablando ocasionalmente inglés y sobre Jersey Shore. No quiero saber nada de acuerdos migratorios, ni kilos de arroz por votos. Me aburre el Super Bowl y la ropa de “marca” del Mall. No quiero saber nada de la nueva ola e música electrónica en la ciudad ni de las cervecerías artesanales, ni de las crepas de 100 pesos con azúcar glass. No OCUPO, No OPCUPO, No OCUPO, No OCUPO sino, NECESITO.
Iré a remendar los sacos rotos, y rehacer las tasas rotas, todas esas tasas rotas.
Conozco a algo de mí que va a morir.

miércoles, 4 de abril de 2012

Terrible Love... (o el diario de un Principe incomprendido)

Ok, les advierto, este es un post de hueva. Es de rollo melancólico tonto y meloso. Es el lado más de flojera de mí mismo. Será un mal post, como si un príncipe tonto escribiera esto, en depresión y comiendo gomitas de osos mientras ve la última novela de la noche. Lo ven, será un mal post.


Antes de que sigas leyendo, te invito a que le des click a la canción que está aquí a un ladito, le dará un toque de película tipo "Legally Blond 37" y aparte amo a The National. Además, es mi primer post con música a ver qué sale.


Esto días han sido así: Buenos fines de semana pero a veces aburridos. Aún así no me quejo... tanto. El Stage, ahí va, me sigue causando conflicto pero cada vez menos. La escuela, bien, aunque no es eso lo que me preocupa más, aunque debería de serlo. Estoy súper triste, pero esta vez estoy más bien desilusionado. La razón es simple: mis amigos no me quieren más. Ya sé, ya sé, parezco un niño caguengue diciendo eso, pero ¿y qué?, es verdad, y así son las cosas. 


Pasan de mí, ¡¡¡3 KILOS!!! Si si, pasan de mí. No me saludan la mayor parte del tiempo, salen de fiesta sin invitarme y se van de viaje por ahí. Bueno, dirán ustedes, ¿y eso qué Isrra? Pues simplemente me pone triste. Cuando los conocí, pensé que seriamos grandes amigos, fui tan rápidamente aceptado que pensé que todo sería miel sobre hojuelas, pero cuernos!!!!


Decidí bloquearles en Facebook. Ya no me ven Online ni pueden ver mis posts, el siguiente paso será eliminarles, pero de eso aún no estoy seguro. 


Es una mierda, es pinche bien feo, sé, y vaya que lo sé, que tengo un carácter especial y que a veces o siempre, si quiere verse así, puedo ser "Casse Couilles", caga palo como dicen en México. Pero chingado, ¿qué todos van por la vida con personalidades bien hermosas inspiradas en la Madre Teresa? yo al menos soy amable y sonrío. 


Estoy harto también de estar compartiendo piso, mis dos roomies franceses son de hueva sobre todo el cretino de P. ¡Ese si que es un cabrón! Ahora entiendo perfectamente lo que se siente vivir con adolescentes.... asco!


Con todo esto que platico, les quiero dar a entender que mi sensación de soledad es tan grande que ya estoy harto de estar aquí. La situación escolar me invade, y ahora todo gira en torno a eso, estoy bien cansado de verdad.


Bueno, y todo esto ¿qué tiene que ver con la canción que les he hecho escoger? Creo que es obvio, pero digamos que en estos últimos años he sufrido varias decepciones en materia de amor: perdí a una "amiga" y ahora esto. Estoy un poco cansado y viejo para soportar esto. Tengo miedo de abrir así mi corazón. AAlguien me digo una vez:


-Très bon, mais tres con! (Muy bueno, pero muy pendejo).


No creo que vaya por ahí, bueno, quizás una parte, pero me conozco, quizás es la edad lo que me está haciendo perder la cabeza y los amigos.


Pues eso, vaya Terrible Love.





sábado, 10 de marzo de 2012

El color de los sentimientos


En mis épocas mozas, cuando aún era joven y mi cabello estaba más largo y peor peinado, formé parte de una orquesta juvenil tocando el violín. Era algo súper divertido a pesar de que no era tan bueno tocando dicho instrumento. Cuando terminábamos de ensayar siempre nos quedábamos con ganas de más, así que una vez terminado nuestro ensayo de los viernes nos íbamos al famoso tianguis de los Hipies a tocar unas cuantas canciones de nuestro pequeño repertorio.


Realmente era una experiencia única. Estábamos en un lugar donde la gente iba a comprar cultura aunque no siempre fuese el caso, y nos poníamos allí con nuestros instrumentos y dejábamos un estuche abierto por aquellos que se animaran a dejarnos una lanita. Pese a que no ganábamos más de 200 pesos diarios (algo así como 12 Euros), íbamos con mucha alegría y diversión a instalarnos en medio de  la gente y tocar nuestras canciones. 


Pensamos entonces en un nombre para ese ensamble. Al final escogimos uno, que realmente no me convenció y que además olvidé. Pero entre las propuestas estaba la de Kandinsky, en honor al pintor de origen ruso y que según se dice se inspiraba en escuchando música mientras realizaba sus obras.


Esta genial idea de Kandinsky de crear arte con arte me pareció fabulosa. Razón por la cual, casi siempre que intento redactar algo o que quiero realizar ciertas actividades que requieren de una adecuada concentración utilizo música. Todo tipo de música, excepto la mala música claro.


Kandinsky, también hizo estudios sobre la teoría del color, en la cual él se oponía a las teorías del color antiguas, ya que él relacionaba un color con el alma, agregando aquí un toque místico y espiritual. Una teoría ciertamente ligada a los sentimientos.


Y sobre eso, yo me pregunto:¿todas las culturas sienten igual? o mejor dicho, ¿es que todas las culturas expresan un sentimiento, por ejemplo la alegría, de la misma manera? 


Creo que de antemano todos concordamos que cada cultura, país, región, familia e individuo expresa y vive los sentimientos de una manera muy subjetiva.


En México podemos ver la "naturalidad" con la que se vive la muerte. Cierto, la muerte nos pesa, pero si nos comparamos con países como Estados Unidos o Francia, las diferencias son más marcadas. Nuestros vecinos gringos tienen rituales bastante mecánicos, sobrios y pulcros, lo siento por la última palabra pero así lo defino yo. En Francia es muy similar pero a diferencia de los estadounidenses, el día de la Toussaint (Día de todos los santos en México), los franceses se dan su vuelta al cementerio y en silencio perpetuo respetan y veneran a sus muertos. En México, bueno, todos conocemos la Fiesta del Día de Muertos.


La semana pasada falleció el abuelo de una amiga. Yo no lo sabía, y mientras comíamos rápidamente (como acostumbran los franceses), le pregunté:


-T'es tres serieuse.


-Mon Papi est mort Israel.


Esa fue su respuesta. Sera si, pero nada más. Me pareció increíble que una vez que habíamos comido, se fuera con nosotros a la BU a estudiar. 
Ahí estaba ella, muy concentrada leyendo y subrayando. Seria si.
No sé, será que cuando mi abuelita murió, duré días con ese pesar que se queda en el pecho y que cada vez que me acordaba de ella, lloraba y lloraba, no podía hacer nada. Sé por experiencias que vi en México de amigos o gente conocida que la gente no iba a trabajar o a la Uni y que se dedicaban a pasar el tiempo en familia.


Después, pensé en una señora que encontré en Nantes el año pasado. Fui a sacar dinero del banco y cuando terminé de hacer mis operaciones millonarias, jaja, una señora se me acercó y me pidió un poco dinero y después se puso a llorar. Juro que por un momento y me pongo a reir de la doña. Lloraba con un desgano, y tan pero tan falso (obviamente lloraba falsamente) que pensé: si es así como lloran los franceses... 


- (Ruidito tipo Walky-Talky) Paris, on a un probleme!


Quizás por eso Paris es gris y Coyoacán de colores. Y quizás por eso no doy una. Dios lo sabe y me ve! Por más que le intento, no le calibro muy bien. No es el idioma, sino la intensidad de las palabras, su matiz, su color. 


Pero decir que los franceses no sienten o viven los sentimientos es una gran mentira, creo que esto tiene que ver con la sintonía, es decir, el que estemos o no conectados a un más o menos un mismo estado del ser. Para ejemplificarlo mejor, doy un ejemplo simple: aquellos que han tenido la oportunidad de estar lejos de casa y que se encuentran con gente que también está lejos de casa, haciendo o viviendo más o menos la misma experiencia, los pone en una misma sintonia. Yo por ejemplo, cuando vivía en Le Mans, los amigos que conocí allá eran lo máximo, y sentía como cada uno daba lo mejor de sí. Todos vivíamos con gran intensidad el hecho de estar allá y nos dábamos los unos a los otros, con una entrega muy especial. En ese momento, cada uno de nosotros estábamos en la misma sintonía, era nuestra primera vez en Francia, todos hacíamos el mismo trabajo y nos pasaban las mismas desgracias con los tutores, jeje, sabíamos que al final regresaríamos a nuestros países. Había una fecha de expiración para esa experiencia.


Esto quiere decir,que para entrar en sintonía, se necesita que las mismas o similares condiciones anímicas se den, eso, y una buena empatía así como una habilidad para entender las señales, ya sean pequeñas o grandes.


Pueden ser muchas las causas para causar una discordancia entre nuestra manera de ver y sentir las cosas, pero sin duda, lo más importante es ponerse en el lugar del otro, entender o tratar de entender la manera subjetiva en las que expresa sus sentimientos o pensamientos. Hay veces, y esto es bien cierto, que es bien difícil para alguien hacer gala de estas expresiones, hay gente que les duele una muela de juicio hacerlo. 


Se dice en Francia que hay tres cosas de las cuales uno debe siempre evitar conversar:


-Política
-Religión
-COLORES!


Me va más crear una revolución de colores, y estoy bien seguro que ahí encontraremos respuestas y muchas preguntas! me va más dejarme llevar por el azul, vivir en el rojo, comer en el verde, pensar en violeta y dormir en amarillo.





miércoles, 29 de febrero de 2012

El Hada Madrina



¿Qué pasa cuando eres hijo único y desde que eres niño eres el centro de toda la atención?, ¿qué pasa si eres el único nieto y sobrino del lado maternal?, ¿qué pasa cuando tu madre o tu padre te resuelve problemáticas específicas de tu desarrollo infantil y cuando de adulto, una vez pasado por una análisis te das cuenta que esto es una gran neurosis y a veces aprovechas de ello? Pues pasa que aparezco yo en la escena principal.


Siempre he estado más o menos consciente de esto. Mas, el problema principal es que de alguna u otra manera, siempre logró o siempre pasa que alguien me echa la manita para diversas cosas. No fue sino hasta mi "adultez" que esto empezó a cobrar diferentes matices. Por un lado, me siento orgulloso de decir que he hecho bastantes cosas por propia iniciativa y en dónde no he necesitado del apoyo de "nadie", y lo entrecomillo porque la verdad es que todos necesitamos de los otros en cierta medida.Pero mi caso es particular.


Tengo o más bien padezco de un problema muy específico: dependo mucho emocionalmente de las personas, particularmente de aquellos que llamo amigos o por las personas que siento un sentimiento muy fuerte, aunque el/ la otr@ no lo sienta así.


Entonces, para dar un ejemplo uso la imagen de un hada madrina. Alguien mágico con la capacidad de resolver en un tris tras un problema, un personaje al que acudes cuantas veces quieras y que no reparas en pedir uno, dos, mil, un millón de deseos. Así las cosas. Una vez el Monstruo me dijo eso, hasta ahora lo creo.


Y he aquí mu súper análisis que me hecho: mi teoría es que como estoy acostumbrado a tener un soporte muy real, es decir una ayuda muy observable, en el momento que siento que no hay nadie para mí que venga en mi auxilio, me pongo triste, al grado de entrar en estados bien profundos de melancolía, y unos viajes bien locos con el Sr. Depresión, y si a eso le añado que la Sra. Soledad pasa mucho tiempo conmigo, pues la cosa se pone más fea.


Ayer, después de mucho tiempo de no hacerlo, le pedí a Dios que me mandara a un amigo, alguien cercano a mí, alguien que me sacara de ese hoyo del que no podía más. Siempre he escuchado que Dios actúa de formas misteriosas, lo que no sabía, es lo extremadamente güey que a veces puedo ser.


Esa misma noche había quedado con mi roomie para cenar, pero como era medio noche, pensé que lo había olvidado. Error, nunca supongas que una alemana estudiante de comercio olvida una cita. Llega y me dice:


-Desolé Isrra, j'avais une réunion de travail et je viens de finir. 


¿qué? ¿pensaban que hablaba en alemán con ella? No, mi cabeza esta formateada para el francés ahora, aunque la verdad no es eso, sino que pues eso, en la casa siempre hablamos francés y a veces aprovecho para hablar con ella en alemán... lo cual hice esa noche.


Después de haber pasado todo el día tirado en la cama, y pensando en la mierda de vida que estaba llevando, llega este dulcesito teutón y cenamos juntos, y esa  noche, una noche que vislumbraba otra cosa, se convirtió en una noche de confesiones, de historias, de recuerdos, de samba, de acentos, de Eat Pray Love und sprechen auf deutsch!


Esa noche especial para mí, me di cuenta que no estoy solo, y que estar solo es sólo eso. Pensé en que debería pensar en otras cosas, y ocupar mi mente en cosas productivas, justo el consejo que un psiquiatra de principios del siglo XX me diría. Realmente lo que en verdad necesito, es un buen análisis y comprender que los franceses son los seres humanos más independientes de este planeta y que además no pueden comprenderme ni al 25 % porque ni me conocen, ni hablan español y nunca han vivido en un país latino o en España, toda esta historia, tiene que ver con mi relación con mis nuevos "amigos" a los cuales aprecio pero estrepitosamente se alejan de mí, o digamos que les doy igual, o X, no me quiero rallar. Tengo los amigos que me quieren y quiero a los amigos que tengo. Es sólo que me molesta estar tan aislado, cuando en un principio pensaba tener muchos amigos, es una desilusión quizás lo que pase en este momento, X, no quiero buscarle más.


Esa noche, también me di cuenta que soy mucho más de lo que aparento, y que lo soy y que lo sabía y que lo olvido. Y es ahora que me doy cuenta que puedo ser independiente, que no necesito de nadie más para hacerme paso entre la multitud. No seré una gacela que vuela sobre el pantano sin mancharse, pero quizás si algo muy cercano.


Y quizás. sólo quizás, sea yo el portador de esa barita mágica. Eso no lo sé, pero probablemente pronto lo descubra.





viernes, 24 de febrero de 2012

Isrra On and Off





Este lunes y martes fueron distintos. Volví a ser yo y le dije adios a una buena amiga. Dos cosas tan dispares en sólo dos días. Les explico, esta semana me fui a Nantes a ver a algunos de los amigos que aún quedan por allá. MC aún estaba allí aunque este miércoles regresó por unos días a Nápoles. Pero NR, esa niña hermosa se me va mañana por la mañana. Qué cosa más triste!


La verdad es que no me pasaba por la cabeza ir a Nantes, sabía que tenía que despedirme de NR pero no sabía cuando, A me dijo: ve, nos vemos mañana. Y pues yo muy feliz de la vida hice mi mochila y me trepé al carro, casi una hora después estaba montadito en el Tram, arret Francois Miterrand... y sin pagar!, como es la costumbres de los pobres.


Después de unos buenos 25 minutos (vaya que el camino para llegar a Commerce es largo!), llego al centro y me voy de Window shopping, más tarde me encuentro con MB, para después de un par de horas encontrarme con mi brasileña favorita.


Esa noche, mientras cenábamos en Freshe Blanc, hablabamos de nuestros futuros, sobre todo el de ella. me di cuenta como la idea de regresar a Brasil la inquietaba, lo triste y decepcionada que estaba de HG, una cosa muy triste en verdad, porque verán, este chico la amaba, yo lo sé, pero como muchos hombres prefirió dar dos pasos atrás y no entregarse por completo a ella, a pesar de que ella, como buena mujer, pensaba sacrificar muchas cosas. Una historia de amor con final triste... y justo ahora pienso en mi amiga, en lo que deberá sentir mañana al tomar ese avión... pensaré mucho en ella por la mañana, eso haré...


Una vez que AC llegó, nos fuimos al centro CASI CAMINANDO!!!, verán, los Trams en Nantes por la noche pasan cada 30 minutos, un coñazo si se tiene en cuenta que esa noche hacia un frío de los buenos. así que estas nenas decidieron caminar en vez de esperar en la gélida parada del Tram hasta esérar que el próximo tren llegase.


Lo que pasó después, ya bien instalados en el Vestiaire fue lo mejor, a pesar de que llegamos super tarde, nuestros amigos estaban allí.


Eso fue lo mejor, el sentirme rodeado de esa gente. Gente que me quiere, que me admira, que me aprecia, que me abraza y me dice cosas lindas, que se rie conmigo, gente en con la que puedo hablar su Idioma:


-Dai, dai, bella, cosi cosi, questa canzione, mi piace molto..


-Isso, belleza, Nossa!!!! A gente va arrasar!!!


Era otro, simplemente era yo. Yo en medio de la escena, en medio de esa gente que aplaudia, que reía, y que cantaba Ai se eu te pego!


Lacan dijo una vez: "El inconsciente se estructura como un lenguaje, no se localiza en una zona, en un lugar específico..." retomando esto, yo creo una cosa: el lugar más feliz del mundo no existe, ya que se construye con la gente que te rodea. El amor de esa gente hacia a mí es la casa más acogedora, el lugar más cálido, donde es siempre verano, dónde lloramos y reímos juntos, dónde siempre habrá una mano amiga sobre mi hombro y dónde las palabras de amor, de aliento y de motivación nunca faltan.


No soy feliz en Rennes, lo siento con todo mi corazón. Y Nantes, ahora se queda sin una persona importante para mí. Mi familia se deshace y yo también a la vez. Mi "Enveloppe" afectivo se desintegra y me pone triste.


El marte por la mañana, después de haber dormido por horas, me desperté y me preparé para despedir a los amigos. Por una última vez, MC, NR y yo comimos juntos en la Creperie de Bouffay, esa que está en esa esquina.


Comimos bien. Unas cuantas fotos y después lo inevitable, el adiós a esta niña hermosa. MC, su novio y yo nos fuimos más tarde al Chien Stupide a tomar una cervecita antes de irme. Ese bar, en el que también despedí a tanta gente en una noche de verano un poco lluviosa.


Una vez en el tren de regreso a mi realidad monótona, no dejaba de pensar en lo feliz que fui y me pregunto, como Clarissa Vaughan en The Hours: este es el inicio de la felicidad, o quizás, ¿habrá sido eso la felicidad?


Quiero ser optimista. Quizás con una nueva amiga al rededor de un Mate calientito y amargo encuentre mi lugar y me construya un santuario.







sábado, 18 de febrero de 2012

El Objeto a



Estar rodeado de gente y a la vez solo. Soñar con lugares mágicos y escapar, y a la vez vivir en un lugar que despide magia por si mismo, lleno de mitos, leyendas y un pasado rico como la sal de Guérande.


Mi realidad actual es buena, aunque un poco rara. Me siento, realmente creo que es así como me siento, como si estuviera en la terminal de un aeropuerto, buscando el anden para partir o la salida al metro que me lleva al centro de una ciudad, rodeado de lenguas diversas, desde el francés, pasando por el portugués brasileño hasta el alemán berlinés.
Sueño con colores y con serpientes como lo haría Silvio Rodríguez. Me angustio y me tranquilizo, bueno, A me angustia y me tranquiliza a la vez.  Sólo que a veces el salle caractere me altera, casi nunca estoy listo para poner mi barrera de Contra-transferencia. Ayer hablamos del futuro.


5 minutos de falta imaginación creativa.


Cada vez, estoy más seguro de lo que el futuro podría darme, que no está muy lejos de mi presente actual. Y tengo miedo.
Me fascina saber lo que está pasando, las cosas ocultas que no veo, y los fotografías nítidas de las cosas que hago me dicen que esto es algo bueno.
Sin embargo, aún sigo en la búsqueda de mi Objeto a, espero nunca encontrarlo, de otra manera me descompensaría.
Esta semana fue a Ikea y encontré varios objetos interesantes, S1's bien interesantes:



  • Un termo.
  • Un multi enchufes, dos de hecho.
  • Ganchos para colgar ropa.
  • Trapitos de estos para lavarse el cuerpo.
  • Una lampara de piso tipo china.

La elección de estos objetos no es aleatoria. Cada uno tiene un significado muy grande: el termo lo usaré para mantener caliente agua y así beber mi Mate en clase por las mañanas y en los días tristes y nublados. Los multi enchufes los usaré para dos cosas: uno de ellos es para conectar las bocinas que Mattihieu me prestó muy amablemente, para cargar el iPod y la compu y cualquier cosa que necesite ser cargada, el otro lo llevaré a la Fac para conectar mi Lap y el de mis compañeros, sólo hay dos enchufes en el salón! Los ganchos, hay que explicarlo verdaderamente? he comprado y me han regalado bastantes cositas que vestir, jeje. Los trapitos esos, son la onda, que de hecho no son trapitos, sino una especie de redes de plástico amarradas, es genial para el gel douche. Y la lampara, esa lampara, sólo la quería para que me diera una luz más intima, más acogedora... creo que quiero sentirme más en casa.

Mañana por la mañana curaré mi Mate.

Quizás no sea obvio, pero quien me conoce, sabrá que esos objetos hablan de muchas cosas. Y yo, un poco como un niño de cuatro años, espero que esos objetos me hablen, y me digan cosas. que me consuelen y que me mimen, que me tranquilicen y que me quieran, son un recuerdo constante de lo que fue, lo que es, y lo que puede ser. 

Y tú que me lees y tú que me conoces, ¿qué crees que signifiquen?

Un abrazo a todos mis lectores, que aunque virtualmente estoy con ustedes/vosostros y ustedes/vosotros conmigo.






viernes, 27 de enero de 2012

Luz y Nubes Gordas



Hoy, mientras estaba en una clase, me senté a un lado de la ventana. Este día, el cielo estaba azul y grandes nubes gordas y de formas se veían de lejos. Mi vista era buena porque estaba en el último piso.

Pensé en la posibilidad de que esas grandes nubes se convirtieran en gigantes enromes que bajaban del cielo para destruir o jugar con los pequeños franceses. 

No fue muy difícil imaginármelo, de verdad tenía la impresión de ver tres grandes hombres montados en una nube y asomándose más o menos hacia abajo en todas direcciones.
Sé que el día es un poco frío, pero desde aquí, sólo veo la luz.

Me gustan los días de luz y nubes gordas.

viernes, 13 de enero de 2012

Amexicano - Afrancés



Hace dos semanas, más o menos, los nuevos estudiantes de intercambio llegaron a la ciudad. Justo cuando me cuestionaba porque los bretones llamaban a Rennes ciudad Universitaria, finalmente obtuve mi respuesta:
Muchos gringos, para mi desagrado, y lo peor de todo: Mexicanos.
Los Mexicanos en el extranjero, son los seres más surrealistas que existen en este planeta que habitamos. ¿Porqué surrealista? Bueno, porque ellos mismos escapan a la realidad. Y esto se debe a varias cosas: un sentimiento burgués se apodera de ellos comiendo baguettes, hablan del mucho dinero que tienen, son unos petardos e intentan a toda costa de mostrar que México no es un país pobre y de lo bien que a su papi le va en los negocios.
Pero, ¿dónde están los verdaderos mexicanos?, aquellos que con su esfuerzo y trabajo diario hacen que nuestro país aún se mueva. Quizás estén en el Fill, ganando unos dolares, o criando a siete hijos que Dios les mandó, o a 6 metros bajo tierra, muertos de hambre, por el narco o la injusticia tan clara en México y en Francia también.
Decir que los mexicanos en Europa son lo peor puede ser una muy fuerte acusación. Pero la verdad es que en pocas experiencias que he tenido con ellos aquí, he encontrado gente legítima. Puedo citar a mis amigas Gisela y Gicela, a algunos mexicanos de intercambio del semestre pasado en Nantes y punto.
No es que no me gusten los mexicanos, pero, ¿porqué tienen que adular?, ¿porqué quieren apantallar?, ¿porqué muestran a un México que no es, y que espero no será?


Y en medio de esto, pasa otra cosa. Cuando más me sentía adaptado a ésta cultura, me empiezo a desbaratar o reconstruir, es mejor verlo así, ya que, me alejo de mucha gente y me acerco a otra. No sé si este sea un proceso normal o simplemente las cosas son así. Quizás sea el momento de decir adiós y hola al mismo tiempo.


Tengo la ligera sospecha que la cagué. No sé en qué, pero de seguro en algo que no pongo mucha importancia, como es costumbre.


En este proceso de Desmexicanisación, intento eliminar de mí y de mi entorno, todo aquello que no hace de México un país digno, es decir, intento ser un ciudadano modelo, basado en lo que yo pienso que un Mexicano debe ser, y no lo que es. En mi proceso de Desfrancisación, incorporo elementos de mi mexicanidad y a la vez elimino las cosas que tanto me desagradan de Francia y su cultura, pero este proceso distinto al otro está cargado de otro proceso de francisación, en el buen sentido del término.


Vine a Francia con una ilusión, y aún la tengo. Mas, esa ilusión está en mi cabeza, y sólo allí vive, en mis sueños y pensamientos. Por nada cambio esta experiencia. Como siempre lo digo, no extraño a Mexicali, sino a su gente, particularmente su calidez y su sencillez. Amo la originalidad de los cachanillas, que digan Chilo en lugar de Chido, que no usen Chavo o Chava sino Morro o Morra, sus curadas y este espíritu de No pertenencia al México estándar, me encanta haber nacido en una ciudad que es una mezcla de todo, no sé si de lo mejor pero si de cosas buenas.


Entonces, dicho esto, hoy, no soy ni mexicano ni francés, sino, Chachanilla-Bretón.


Mexicali Bro Dispar!